
Por Ana Laura DeLeon. Guangzhou, China
INTRODUCCIÓN
Existen en la actualidad claros ejemplos de cómo la televisión, hoy volcada principalmente al desarrollo de series, ha sabido despertar el interés de millones de personas (seguidores, fans, televidentes) quienes, motivados por un interés y atracción cultural, que se despierta a raíz de estas producciones, comienzan a interesarse por el estudio de una lengua, religión, cultura o país que hasta el momento no les despertaba mayor interés.
Podría destacarse como el mayor ejemplo de este fenómeno lo que desde hace algunos años sucede con Corea del Sur[1] y sus mundialmente conocidas producciones que han logrado no solo atraer el interés y fanatismo de un público mundialmente diverso sino que también ser causal de un exponencial crecimiento en la industria de entretenimiento surcoreana, así como también de otros sectores económicos del país a través de los cientos de miles de turistas que año a año lo visitan como quienes comienzan a estudiar el idioma desde distintos rincones del mundo.
Esto, que actualmente sucede y que se conoce como el fenómeno de los K-DRAMA, podríamos decir que tiene un antecedente similar con la telenovela brasilera O Clone, objeto de análisis de este artículo.
CONTEXTO HISTÓRICO
Año 2001: Cuando la producción de O Clone (por su nombre en portugués) decidió marcar la fecha del lanzamiento de la nueva telenovela de los martes y jueves en horario central (20hs), se desconocía que el mundo estaría a punto de entrar en una nueva era de las relaciones internacionales y la seguridad internacional por un hecho que daría inicio a este cambio, los atentados del 11de Setiembre.
Sin saber cómo el público, nacional y regional, iba a recibir a la gran nueva producción de la cadena O Globo de Brasil, lo cierto es que el 1 de octubre del 2001, a tan solo casi un mes de los atentados de las Torres Gemelas y bajo un escenario mundial de tensión e incertidumbre, se comenzaba a transmitir el primer capítulo de lo que luego sería un fenómeno sin precedentes en la televisión brasilera.
El Clon, una telenovela escrita por la reconocida Gloria Pérez y dirigida por Jayme Monjardim, aborda diversos temas en torno a una historia central (el romance de Jade y Lucas) en donde un amor “prohibido” que pone en choque la cultura y religión entre Oriente y Occidente (más precisamente entre Brasil y Marruecos) trae a relucir los diversos aspectos que comprenden a la cultura árabe y en particular al Islam y con ello a la vida de las mujeres musulmanas.

Imagen extraída de https://www.metropoles.com/colunas/o-melhor-da-tv/giovanna-antonelli-celebra-sucesso-de-jade-em-o-clone

En un Brasil que históricamente ha sido cuna de migrantes árabes (principalmente de descendencia sirio -libanesa aunque también palestinos), en donde la religión islámica es vista como un elemento extranjero que no forma parte de su identidad brasilera, lo cierto es que posee una larga historia de presencia islámica, que se puede ubicar con la llegada de los esclavos negros (Malês) en el estado de Bahía allá por el siglo XVIII[2]o bien, anterior a esta, con la llegada de los primeros colonizadores portugueses moriscos, (musulmanes moros que fueron obligados a convertirse al cristianismo) en el siglo XVI.
En este sentido El Clon llegó para desafiar el conocimiento que hasta el momento se tenía sobre esta religión e irrumpir de lleno en el dialogo colectivo, en donde el caldo de confusión ya estaba en ebullición producto de los recientes atentados en EEUU.
¿Qué es ser musulmán?, ¿Cuál es la diferencia entre árabes y musulmanes? Los atentados del 11S fueron perpetuados por terroristas árabes- musulmanes, entonces ¿todos los árabes y musulmanes son terroristas? Cuántas veces nos hemos encontrado a lo largo de estas dos décadas con este tipo de planteo y comentarios generalistas en nuestras sociedades, seguramente incontables veces, lo que nos lleva a plantear una mayor interrogante: desde cuáles preceptos y pre conceptos las sociedades occidentales se paran a pensar y opinar sobre las culturas árabes y el islam.
Todas estas son preguntas que sin duda comenzaron a generan un debate significativo en la sociedad brasilera en particular y en el mundo occidental en general en donde, una vez más, El Clon supo tener un rol protagónico.
Lo que podría haber sido el factor desencadenante de un rotundo fracaso, debido al “timeing” en el que la telenovela fue lanzada, resulto ser un fenómeno mundial sin precedentes en la historia de la televisión de Brasil, del cual no solo se despertó un inmenso debate social sino que también, producto del masivo interés en estados como San Pablo y Rio de Janeiro, comenzó a haber un incremento significativo de personas que querían conocer mezquitas, saber más sobre el islam y la cultura islámica así como también estudiar la lengua árabe, aquella que, al igual hoy sucede con las series coreanas, muchos comenzaron a aprender por expresiones como: inshallah, alhamdulillah, ialah, o shukran,).
Durante los dos años de transmisión de la telenovela y posteriores repeticiones (debido a la demanda del público, el rating que generaba y su éxito mundial) El Clon se volvió un objeto de estudio y análisis en el ámbito académico ya que uno de los puntos más interesantes a destacar es que, a raíz de su fenómeno, hubo un incremento significativo de brasileros que se convirtieron al islam (revertidos)[3].
Asimismo, esto llevó a un gran crecimiento de turistas de la región a conocer tierras marroquíes: la famosas medina de Fez, tantas veces mostrada en la novela y por donde Siri Alí refería que “sus sobrinas arrastraban su nombre” o el majestuoso desierto del Sahara, con sus largas caravanas de camellos y bereberes con ropas azules.
Pero no solo el impacto estuvo presente en estas áreas, junto con ello otros intereses y líneas de consumo se dispararon como la gastronomía árabe, las escuelas de danza del vientre (junto con la producción y venta de trajes de odaliscas), el estudio del árabe como lengua y hasta la compra de piedras Jade, así como todo tipo de bijouterie semejante a la que la protagonista usaba a lo largo de los capítulos.

En referencia a la música, uno de los puntos más altos de la novela, la producción supo ensamblar una banda sonora compuesta por un gran abanico de diversos artistas de larga trayectoria, en donde la fusión de música en portugués, inglés y árabe se hizo presente. Si bien entre los artistas estaban voces como la de Elton Jhon, Alessandro Safina y Lara Fabian, entre otros, sin dudas que la gran atracción fue generada por la música producida a manos del reconocido cantante y compositor brasilero Marcus Viana, quien supo generar lo que fue una verdadera obra maestra de sonidos y melodías dentro de los cuales se destacan como temas principales: A Miragem y Maktub.[4]

Ahora bien, al adentrarnos al análisis de la telenovela como objeto de estudio en las Universidades en Brasil debemos contemplar no solo el factor referente al estudio del impacto sobre el abordaje de lo árabe y el islam sino que también sobre la temática que en definitiva da nombre a esta producción y que refiere a la clonación humana.
Si bien este punto no es sobre el que en este artículo se busca hacer reflexión, lo cierto es que este es raíz fundamental de ese gran debate social (que también se da dentro de la novela entre cristianos, musulmanes y científicos) en donde la clonación humana también supo generar interés y repercusión en Brasil, principalmente dentro de la comunidad científica y los académicos en la materia[5].
Por otra parte, y como otra línea de objeto de estudio en esta novela, la cuestión de las drogas (otro de sus temas de abordaje) también fue disparador de debate e impulsor de artículos de análisis y estudio (como el que aquí se referencia con sus 136 páginas de análisis)[6].
Ahora bien, en referencia a los impactos más importes que la telenovela supo tener en la sociedad brasilera es menester destacar, como mencionado anteriormente, el aumento de conversos brasileros al islam en este periodo. En tal sentido, según el Profesor Pablo Gabriel Hilu da Rocha, Director del centro de Estudios de Medio Oriente en la Universidad Federal Fluminense de Río, “A pesar de las incorrecciones y de los estereotipos orientalistas que poblaban la trama de fantasía, la novela introdujo en el imaginario cultural brasileño imágenes positivas de los musulmanes como personas alegres y dedicadas a la familia (Montenegro 2004). De este modo, los discursos estigmatizantes sobre el Islam creados a raíz del 11 de septiembre no tuvieron el monopolio de la representación del Islam en la esfera pública brasileña, una vez que tuvieron que enfrentarse al discurso positivo paralelo proveniente de la emisión televisiva”. (Hilu da Rocha 2011).
Hilu da Rocha en su trabajo, El Islam en Brasil: elementos para una antropología histórica, alude a que uno de los factores más determinantes a esta conversión de brasileros al islam por esos años se encuentra en el propio accionar de algunas de las mezquitas del país y de sus líderes religiosos a cargo, quienes optaron por una actitud de apertura y acercamiento con la comunidad brasilera no musulmana, en un intento de aproximación a una cultura y religión que, para aquel entonces, aumentaba su demanda en conocimiento, por los hechos internacionales de la coyuntura, pero también, como mencionado anteriormente, por el contenido de El Clon sobre esta religión.
Sobre este punto, es importante destacar que, según especialistas brasileras en temas de Islam y mundo árabe, en Brasil (principalmente estudiando casos de Rio de Janeiro y San Pablo) muchas de las personas que en aquel entonces abrazaron al Islam motivados por la curiosidad y “moda” que generó la novela, tiempo después dejaron la religión.
AMERICA LATINA
En relación a los países de la región América Latina no quedó afuera del impacto masivo que la telenovela generaría en Brasil, lo que llevó a que años después la cadena Telemundo comprara los derechos a la Globo y creara su propia versión de El Clon lanzada en el 2010, junto con 90 países que a lo largo de los años compraron la versión original brasilera. En países como Uruguay, Argentina y chile así como en el resto de America Latina , el interés y fanatismo supo calar hondo y también estos mismos eventos que se veían en el vecino Brasil comenzaron a replicarse en otras latitudes

Si bien la presencia de migrantes árabes en países como Uruguay o Argentina es significativamente menor en comparación con Brasil (se calculan unos 12 millones de árabes en Brasil) lo cierto es que aquí también hubo un impacto sobre las poblaciones árabes, principalmente las musulmanas de origen árabe y en este sentido también es menester resaltar uno de los puntos más importantes que alude al impacto negativo de los atentados sobre todo el mundo árabe y musulmán, en donde la islamofobia y el odio hacia el islam y por consiguiente hacia los musulmanes, comenzó a sentirse muy fuertemente, cobrando una dimensión que repercutiría hasta el presente.
En Uruguay, el país con mayor cantidad de personas no religiosas de América Latina, en donde la presencia de musulmanes es sumamente pequeña y mayoritariamente distribuida en las fronteras limítrofes con Brasil, no hay a la fecha una mezquita oficial, solamente se cuenta con centros islámicos pequeños, como el Centro Islámico Egipcio, ubicado en Montevideo. Si bien en la última década hubo un incremento de uruguayos revertidos al islam, la cifra de musulmanes en el país sigue siendo poco significativa aunque en ascenso.
Asimismo, si bien a partir de El Clon también se despertó un interés no existente hasta el momento por el mundo árabe en el Uruguay, los atentados del 11S supieron resonar más fuerte en este país reforzando la visión negativa que, junto con muchas de las escenas de la telenovela, coadyuvó a incentivar sentimientos de odio sobre el islam reforzando la ya existente visión, en el imaginario colectivo, de las mujeres musulmanas como objeto de represión y hostigamiento en la cultura islámica-árabe.
En el caso de Argentina, donde si hay una presencia mayor de musulmanes y árabes en comparación con Uruguay y donde también hay presencia de mezquitas importantes para la región, como el Centro Islámico Rey Fahd, inaugurado en el 2000, se puede ver una mayor actividad en relación a la formación y estudio sobre los países árabes y el Islam aunque aquí también la visión se asemeja a la de Uruguay, principalmente por tener antecedentes de atentados terroristas en su propio suelo y por consiguiente resentir en la herida de estos hechos su visión hacia todo lo que refiera a la religión del Islam.
CONSIDERACIONES FINALES
Si bien el Islam es una de las tres principales religiones monoteístas del mundo (junto con el cristianismo y el judaísmo) y a pesar de que ya desde el siglo XVI, aunque oculta como “cripto islam”, llegaba a Brasil lo cierto es que el fenómeno O Clone en el año 2001 marcó un antes y un después en referencia al interés de la sociedad brasilera sobre esta religión y las culturas árabes.
Asimismo, en el resto de América Latina, este fenómeno también supo tener repercusiones semejantes, aunque con matices referentes a la visión “positiva” que en Brasil, para ese entonces, la novela generaba en torno a la visión de la mujer y la familia en los países árabes, (en contraposición a un Occidente, sumamente condicionado por atentados del 11S).
En este sentido, y a pesar de esas diferencias entre Brasil y la región, El Clon supo ser el factor común que motivó el incremento de estudio de la lengua árabe y la cultura islámica. A su vez, y junto con ello, otros factores comunes como el interés por la gastronomía árabe, las danzas y hasta el turismo a esa región del mundo fueron desencadenados por este fenómeno televisivo.
Aunque no hay estudios específicos sobre el impacto en Latinoamérica, lo cierto es que muchas personas influenciadas por ese fenómeno profundizaron en el estudio del universo del Islam y mundos árabes y entienden que El Clon fue la razón clave de ese estimulo.
Hoy, 23 años después de su primer lanzamiento, la huella que El Clon dejó en varias generaciones, marcadas por este fenómeno, persiste y entre las redes sociales, donde sus seguidores aún recuerdan el impacto de la novela en el 2001 y 2002, la referencian como la mejor producción del grupo O Globo en la historia de las novelas brasileras.
[1] http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S2219-71682021000400257&script=sci_arttext
[2] https://www.troyspier.com/assets/files/bibliographies/islam/pinto_islam_brazil.pdf
[3] .
https://www.troyspier.com/assets/files/bibliographies/islam/pinto_islam_brazil.pdf “ Dicho uso lingüístico está relacionado con la doctrina islámica, que considera que todos los seres humanos nacen musulmanes y, posteriormente, el medio familiar y cultural lleva a algunos a adoptar otras identidades religiosas. Según este razonamiento, nadie se convierte al adoptar el Islam, sino que se revierten a su religión original”.
[4] https://memoriaglobo.globo.com/entretenimento/novelas/o-clone/noticia/trilha-sonora.ghtml O resultado de suas pesquisas para a novela é uma fusão do estilo sinfônico com o universo islâmico musical tradicional e elementos pop
[5]https://sites.usp.br/revistabalburdia/dr-albieri-e-as-visoes-cientificas-na-novela-o-clone-
“Apesar das simplificações, estereótipos e equívocos, alguns autores acadêmicos que se debruçaram sobre o estudo da telenovela apontam que a obra conseguiu promover amplamente o debate público sobre a clonagem e seus princípios morais e éticos. Em abril de 2002, a real notícia que um médico italiano, Severino Antinori, teria feito o primeiro clone humano do mundo foi divulgado na telenovela debates-para-a-comunicacao-publica-da-ciencia/. Incorporada à trama, criou-se uma rivalidade entre o cientista real e o Dr. Albieri, sendo que este último teria feito o clone antes de Antinori. Assim, ficção científica e comunicação científica se misturavam na trama[7].
Algumas discussões interessantes de problematização a partir da novela envolvem a ética evolutiva. A clonagem é vista por Albieri como um ideal promissor de melhoramento da espécie humana e controle da humanidade sobre o processo evolutivo. Tal discussão remete às articulações históricas dos movimentos eugênicos, cujas ideias tiveram fins trágicos[8]. Outras reflexões pertinentes são sobre o conflito entre a ciência e a religião, que faz o geneticista mencionar alguns episódios da História das Ciências[9]. Diversas conversas filosóficas são feitas entre o cientista ateu com religiosos, como um padre católico e um muçulmano. Em um diálogo, Albieri opina que atribuímos a explicações religiosas fatos que a ciência não esclareceu devidamente e, conforme esclarecidos pela última, o científico ocuparia o lugar do sobrenatural.
Com objetivo educacional, a novela tem o potencial de promover uma série de debates científicos, dificilmente vistos em obras de grande audiência no Brasil. É possível que tais reflexões sejam úteis em sala de aula, se problematizadas de forma a se apoiar na literatura em educação científica[7]. Como objeto de estudo, a trama pode servir como registro histórico de ficção científica e de comunicação científica. Mais pesquisas na área de Ensino podem promover uma análise crítica dos impactos da obra para o entendimento público da ciência. Nesse sentido, a ficção científica pode ser um disparador de interesse para o debate público da ciência, nos mais variados temas e atingindo todas as classes sociais. Inshallah!”
[6] https://files.cercomp.ufg.br/weby/up/109/o/Plabio.pdf
TELENOVELA E COMPORTAMENTO SOCIAL – A QUESTÃO DAS DROGAS EM O CLONE